Acudir a terapia psicológica supone darse la oportunidad de llevar a cabo una serie de aprendizajes:
- Aprendizajes necesarios para modificar aquellos comportamientos, actitudes y planteamientos que han demostrado no ser eficaces en el funcionamiento habitual de las personas.
- Aprendizajes de estrategias, competencias y habilidades de afrontamiento que resulten de utilidad ante los problemas y complicaciones que transcurren en los diferentes ámbitos de la vida.
- Aprendizajes relacionados con el autoconocimiento y la autorregulación para manejar mejor los impulsos que desbordan, para optimizar los propios recursos ante determinados trastornos, para canalizar adecuadamente todo un universo emocional natural y consustancial al ser humano.
- Aprendizajes que, en definitiva, ayuden a crecer y desarrollarse, a nivel personal, en el ámbito de las relaciones, en los aspectos relacionados con el trabajo diario, etc.
Todo ello mediante un enfoque integrador de técnicas psicológicas eficaces y científicamente contrastadas, de tipo cognitivo-conductual, humanista, terapias de tercera generación, psicología positiva… Teniendo en consideración, por encima de todo, las características, objetivos, valores y circunstancias de cada persona.