“Los niños son el mañana, los viejos son el ayer, sin mañana no habrá vida, ni vida sin ayer…” Elsa Pardo de Hoyos (“El niño y el viejo”)
Un estudio realizado en España y publicado en la obra titulada “Abuelos y Nietos” sobre una muestra de dos mil personas con edades comprendidas entre los 15 y 85 años revela que ser abuelo/a es junto con el primer noviazgo, el primer empleo, la primera paternidad/maternidad, y la muerte de algún familiar cercano, uno de los acontecimientos vitales más importantes en la existencia de una persona.
Pero ¿Qué papel les corresponde desempeñar?:
-
Primeramente, es de suma importancia evitar la tentación de hacer el papel de padres/madres. Los buenos abuelos, las buenas abuelas deben tener siempre muy en cuenta que su papel no implica tener una segunda oportunidad para ser padres o madres.
-
Lo anterior implica no descalificar ni contradecir a los padres y a las madres delante de los/as niños/as.
-
Prohibir lo mismo y permitir lo mismo que ellos/as, para que los/as niños/as no tengan dualidades. Respetar los sentimientos y las reglas de los nuevos padres. Es preferible que se hable con honestidad si hay diferencias. Llegar a un acuerdo entre lo que éstos desean y lo que los/as abuelos/as quieran opinar respecto a su nieto/a.
-
Lo que necesitan, tanto los abuelos y las abuelas como el nieto o la nieta, es tener un espacio para darse tiempo y dedicación. Por ejemplo, cantarle canciones de cuna, compartir historias, jugar, cocinar, leer un cuento, escuchar música mientras se pasea… Y quererlos, y quererlos, y quererlos…
-
Consentir a los nietos y a las nietas y ser tolerantes con ell@s, sin excesos. Sin poner en crisis la autoridad de los padres.
-
Evitar comparaciones y juicios de valor: Al comparar, el mensaje que nuestros hijos pueden recibir es, “no lo estoy haciendo bien”. En cambio, no deje de animarlos de que están haciendo una buena labor.
-
Recordar que los padres y las madres tienen la última palabra en la educación de los niños y las niñas. Es importante tener en cuenta que los/as hijos/as, ahora convertidos en padres/madres son quiénes deben tomar las decisiones para con sus propios hijos e hijas. La Dra. Lillian Carson, psicoterapeuta y autora de «The Essential Grandparent» (El abuelo esencial), sugiere que: «debemos ganarnos el derecho de expresar nuestra opinión». Para hacerlo, menciona, «tenemos que establecer una relación de apoyo elogiándolos, animándolos y ayudándolos».
En definitiva, dar cariño ilimitado e incondicional manteniéndose en un segundo plano y no olvidar que la relación abuelos/as- nietos/as, proporciona a los/as primeros/as, actividad, ilusión, vitalidad… y, a los/as pequeños/as, un importante sentimiento de pertenencia, pues el sentir que se forma parte de algo y que se es querido/a de manera incondicional, les da un fuerte sentido de seguridad y confianza que les ayuda a desarrollarse mejor y a desenvolverse en la vida de forma más eficaz.
Deja una respuesta