Cómo hacer frente a la manipulación emocional

Entendemos la manipulación emocional como aquella forma de relacionarse en la que una persona intenta imponer sus reglas y sus objetivos personales, aún a costa de la libertad, el bienestar y las necesidades de otra persona.

¿Cómo se puede saber si se está siendo víctima de personas manipuladoras?

  • Si amenazan con volverte difícil la vida si no haces lo que quieren
  • Te hacen entender que se harán daño o se deprimirán si no actúas como te exigen
  • Siempre quieren más, por mucho que les des
  • Habitualmente dan por sentado que cederás
  • Con frecuencia ignoran o no hacen caso de tus sentimientos y aspiraciones
  • Hacen generosas promesas que están supeditadas a tu comportamiento y, raramente, las cumplen
  • Te tachan de egoísta e insensible cuando no cedes
  • Se deshacen en alabanzas cuando claudicas y las retiran cuando te mantienes firme

Así como algunos chantajes son transparentes y casi inofensivos (reconozcámoslo, éstos los hemos hecho todos y todas alguna vez), otros resultan más retorcidos y pueden terminar siendo destructivos. Ciertas personas llegan a tiranizar a otras utilizando el desdén, la humillación o la crítica constante. La manipulación llevada al extremo supone un maltrato psicológico, una agresión que no deja marca ni heridas, pero que, no por eso, resulta menos dañina.

En general, la manipulación provoca un sentimiento de estar ante una situación que no tiene fácil salida. Acceder a la demanda, a menudo implica renunciar a lo que uno/a desea o necesita hacer, mientras que, si se responde con una negativa, pueden aparecer perturbadores sentimientos de culpa, una intensa responsabilidad de que la otra persona reaccione con tristeza y enfado y/o un irracional miedo a ser rechazado/a.

Las personas que son fácilmente manipulables suelen mostrar estas características:

– Exagerada necesidad de aprobación

– Son hipersensibles a la crítica

– Viven el rechazo como algo terrible

– Quieren que haya paz al precio que sea

– Tienen tendencia a responsabilizarse en exceso de otros

– Suelen sentirse culpables por todo

– Tienen poca confianza en sí mismos/as y manifiestan mucha inseguridad

– Su diálogo interno suele ser:

“No soporto que se enfade conmigo…”

“¿Qué pensarán de mí?”

“Le he hecho daño, debo reparar mi culpa”

“Es mi deber…”

“Todo lo hago mal…”

Hacer frente a los intentos de chantaje emocional supone, pues, tomarse tiempo para reflexionar acerca de la situación planteada, evaluar las posibles opciones y detectar los propios pensamientos irracionales que facilitan ser objeto de manipulación, por ejemplo: «Si quiero a alguien soy absolutamente responsable de que esté bien»; «Se supone que las buenas personas hacen felices siempre a los demás»; «Si hago lo que realmente quiero, me tacharán de egoísta»; «Ser rechazado/a es lo peor que me puede ocurrir»…

Además, es preciso no utilizar ni el contraataque ni las justificaciones, darse cuenta de la importancia de marcar límites de forma asertiva y de liberarnos de la necesidad de aprobación y del miedo al rechazo. En definitiva, de dejar de esperar que los demás cambien y centrarnos en nuestro propio comportamiento.

IMG_4289Las  doce horas del taller llevado a cabo en este mes en la Casa de Encuentro de las Mujeres del ayuntamiento avilesino se quedaron cortas para abordar todo lo que ha dado de sí este tema. El pasado miércoles finalizamos y seguro que habrá continuación pues han sido muchísimas las reflexiones planteadas.

Mil gracias al personal del Centro Asesor por las facilidades a la hora de realizar el taller y a las mujeres participantes por sus apropiadas y magníficas aportaciones.

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