CONDENADOS A SALVAR VIDAS (7-5-18)
¿Se acuerdan ustedes del niño Aylan? Era aquel niño que huía con su familia del horror y el infierno en que han convertido Siria y que apareció muerto en una playa turca en la que también murió casi toda su familia. Parecía que una bofetada de cruel realidad nos había despertado por fin ante la magnitud de la tragedia que los refugiados de varios países llevan demasiados años soportando. Parecía que la imagen de aquel niño vestido con ropas de niño occidental nos había traspasado la coraza de insensibilidad que, de forma inexplicable, teníamos ante tantas muertes de seres humanos que lo tienen que abandonar todo: su gente, sus rutinas, sus historias…, arriesgando sus vidas y las de sus hijas e hijos.
Pero todo fue un espejismo, nada ha mejorado desde entonces, miles de personas siguen muriendo en el Mediterráneo, ese mar en el que Serrat guardaba amor, juegos y penas.
Se han levantado más vallas; se han cerrado más fronteras; las mafias se han hecho más fuertes y potentes; la Unión Europea, con su premio a la Concordia en la vitrina, no cumple con los compromisos humanitarios de acogida; y, en el colmo de los colmos, se acaba deteniendo a esos héroes y heroínas que arriesgan sus vidas por salvar a otros seres humanos de esa muerte casi segura.
Esta semana algunos de ellos, españoles para más señas, se enfrentan en Grecia a un juicio en el que les pueden caer diez años de condena. La sinrazón en estado puro, personas que, por vocación solidaria dedican su tiempo libre a salvar a quienes huyen de la guerra y del hambre, se tienen que enfrentar a la angustia de un veredicto del todo incierto.
Y yo me pregunto: Si las mafias se van de rositas, los gobernantes miran hacia otro lado y se criminaliza la solidaridad ¿Qué nos queda?
ASTURIAS SIN GUAJES (14-5-18)
Existe un lugar, pongamos que hablo de Asturias, que tiene el honor de estar en el top ten de lugares con menor tasa de natalidad, no solo de España, sino del mundo entero. En nuestra región, resulta que la relación entre los bebés que nacen y las personas que fallecen es negativa, muy negativa. No vamos a tener relevo generacional, ni nadie con nuevas ideas, ni tampoco pensiones, pues no habrá gente que forme parte de eso que se llama población activa. Vamos, que quedará esto como un parque temático solo para los turistas, porque en cuanto a residentes asturianos, no quedará ni el tato.
Y claro, cuando te enteras de que, por ejemplo, en Luanco 35 niños y niñas se han quedado fuera de la escuela de 0 a 3 años porque no hay sitio, pues se entiende que no se quieran tener fios. Cuantos menos hay, parece que menos derechos se promueven para ellos. Igual es que los va a cuidar el consejero de educación, para que los padres y las madres vayan a trabajar y puedan conciliar.
Si vemos, además, que la Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria nos está advirtiendo de que hay una escasez alarmante de pediatras en los centros de salud, a lo mejor tenemos que pensar que los niños y las niñas no importan demasiado, no forman parte de las prioridades de la agenda política. Total, como no votan…
Eso sí, en un cole de Siero les dan de comer insectos, que hay que ir creando mercado para introducir nuevos productos, que el consumismo voraz no entiende de edades.
Igual tenemos que darles un toque a nuestros gobernantes para que no se olviden de proteger, la que quizá sea, la etapa más importante de cualquier ser humano, pues cuidar el desarrollo sano de la infancia es crucial para el bienestar de cualquier sociedad.
Y sino, ya saben: Asturias, paraíso natural, pero sin guajes.
TODO AL NEGRO (21-5-18)
El color negro ha sido, en nuestra cultura, casi siempre, un color de luto. Se inició con el uso de la toga pulla y la lugubria de los primeros tiempos de la Antigua Roma y se volvió a poner de moda tras la Pragmática de Luto y Cera promulgada por los Reyes Católicos allá a comienzos del Siglo XVI, desbancando el luto de color blanco que era lo que se llevaba hasta entonces.
Pues vaya, con lo que me gusta a mí lo negro: vestirme con ropa negra (qué haría yo sin mi negra cazadora); leer novela negra, ya sea de Raymond Chandler, de Agatha Christie, de Patricia Highsmith, de Donna Leon o de Lorenzo Silva; ver los clásicos de cine negro, Perdición, El Sueño Eterno, Cayo Largo, Laura…; o escuchar la música negra de Aretha Franklin, de Etta James, de Nina Simone, de Sam Cooke, de Otis Redding…
Pues nada, que arrastramos el sambenito del negro como color de pérdida y de duelo.
Así, por ejemplo, de luto se viste nuestro cielo del centro de Asturias cada día. Se tiñe de negro por la muerte del cuidado de nuestro entorno y por la ausencia de unas adecuadas y valientes políticas de medio ambiente. Somos la zona de España más contaminada por partículas de menos de 10 micras. Que nos han dado ya el toque los que llevan el tema en la Comisión Europea, y aunque, de momento, no nos llevan al Tribunal de Justicia, lo acabarán haciendo si no cambian las cosas…
También vemos de negro al personal que trabaja en Radio Televisión Española, para mostrar su indignación contra el gobierno de Rajoy por emplear todas las antidemocráticas maniobras posibles para impedir la necesaria renovación de la radio y la tele públicas. Quieren reivindicar con ese color la decencia y la ética de su profesión, que algunos se quieren cargar, porque les interesa.
Y, qué me dicen del dinero negro… En fin, eso mejor dejarlo para otro día, que me pongo negra sólo con hablar de ello…
ELOGIO DEL HORIZONTE (28-5-18)
El tiempo lo transforma todo con su paso. Hasta el hormigón más duro se agrieta según pasan los años. Ahí tenemos, por ejemplo, el Elogio del Horizonte, que con menos de 30 años ya está achacoso, así que ya le han puesto andamios y, antes de aplicarle un gel antierosión completamente innovador, le van a hacer varias biopsias para ver cómo anda de oxidado y podre por dentro. Eso sí, por mucho elogio que sea, el resultado de las pruebas no se sabrá hasta dentro de cuatro meses. Vamos, lo mismo que en nuestra seguridad social tras tantos interesados recortes.
A ver si van a ser estos arreglos del también llamado váter de King Kong los causantes de que los surfistas y usuarios de la playa de San Lorenzo se anden quejando estos días de un fuerte olor a heces y de que haya espuma llena de excrementos por toda la orilla. O quizá sea porque cuando llueve los colectores vierten directamente a la playa. En fin, todo muy moderno, bucólico e higiénico, ¿No les parece?
Sea como sea, y por muy grande que sea el culo del señor Kong, la porquería que pueda soltar por la playa gijonesa nunca podrá superar la que nos está llegando de la maquinaria corrupta del gobierno de la nación, condenado, repito, CONDENADO por la Audiencia Nacional como beneficiario de un “sistema de corrupción institucional”. Que alguien llame a Coppola porque el guion ya lo tiene hecho y le puede salir una obra maestra. La sentencia recoge, además, que el testimonio de M. Rajoy no fue verosímil. Vamos, que mintió. En realidad, todos mintieron. Y ahí siguen, manteniendo la jeta más dura que el hormigón, aunque eso sí, también les está saliendo ya la podredumbre al exterior y no va a haber geles innovadores que lo arreglen.
El resto de representantes del pueblo ya pueden hacer algo para que no nos ahogue más tanta mierda, para que podamos respirar aire puro, para que podamos seguir elogiando nuevos horizontes.
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