La influencia de las situaciones de estrés crónico en las capacidades cognitivas es un proceso científicamente demostrado. Y lo comprobamos, sin ir más lejos, en el día a día, al observar cómo nuestra atención, nuestra concentración o nuestra memoria, se ven entorpecidas cuanto más elevados sean nuestros niveles de activación nerviosa.
Conocer bien los mecanismos subyacentes a las situaciones estresantes, comprender los efectos que nos ocasionan y desarrollar estrategias eficaces que nos permitan prevenirlo en la medida de los posible y modularlo cuando ya se esté produciendo, pueden ser aprendizajes necesarios para desgastarnos menos.
Sin olvidar la importancia de entrenar las capacidades cognitivas para minimizar el impacto del estrés en la medida que podamos.
Todo esto se abordó en el taller que finalizó la semana pasada en la Asociación de Vecinos de El Hórreo, en el avilesino barrio de El Carbayedo, con un grupo grande en número de participantes, pero, sobre todo, enorme en aportaciones y ganas de aprender y mejorar.
Sois geniales.
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