EL ANTROXU YE VIDA (24-2-20)
“Aquí estoy para vivir
mientras el alma me suene,
y aquí estoy para morir,
cuando la hora me llegue,
en los veneros del pueblo
desde ahora y desde siempre.
Varios tragos es la vida
y un solo trago es la muerte”
Cómo no, versos de Miguel Hernández, el pastor poeta, el poeta pastor al que, algunos, desde la ignorancia y la mezquindad, quieren arrancar del recuerdo, borrar de la memoria, desterrar de la historia… No lo consentiremos…
Y, en este tiempo en el que estamos de disfraces, pelucas, antifaces y máscaras, estaremos aquí para vivir mientras el alma nos suene, para, por unos días, transformarnos en lo que no somos, para mostrarnos con una identidad distinta a la nuestra, para dar rienda suelta a la libre manifestación de nuestro cuerpo y de nuestro espíritu, para saltarnos de forma lúdica algunas reglas sociales impuestas, sin mayores consecuencias que pasarlo bien y soltar tensiones molestas.
Porque hay tensiones asgaya que liberar y el panorama actual queda bien reflejado en los disfraces que se ven estos días por las calles. A los ineludibles Joker y ladrones de La Casa de Papel, hay que añadir políticos como Trump, cantantes como Rosalía y su tra tra, grupos de coronavirus tosiendo, satisfyer con patas y algún audaz que va de Universidad Laboral como Patrimonio de la Humanidad, con aguilucho y todo.
Yo ya fui a por mi disfraz, uno de frisona asturiana para defender el medio rural y reivindicar la Asturias vaciada, pero encontreme que traía nada más que los cuernos, un culote y un top escotado. Va a ser que ya no se salvan ni las vacas de ser hipersexualizadas…
En fin, que ustedes lo antroxen bien
EL MENÚ DE LA INDECENCIA (17-2-20)
No me ha sentado nada bien el menú de esta semana. Les cuento:
De primer plato, desigualdad. Con ingredientes rancios como la soberbia, las mentiras y el antifeminismo de una pseudoescritora, acostumbrada a provocar para que le entren a trapo y, así, mantener sus privilegios, más de clase que de género. Claro que también contó con la inestimable ayuda de una abrumadora cobertura de los medios. Mejor hubiera sido ignorarla directamente… La guarnición de este plato apareció, también en Avilés, en forma de suspensión repentina de uno de los cursos del Centro de Formación del Profesorado. Curioso que, de toda la programación, se cancele justo el de alumnado trans, englobado en la tan necesaria educación afectivo-sexual. Va a ser que somos más de dejar esta educación en manos de tentadores programas de televisión que promueven los celos y el control como lo más normal del mundo, eso sí, entre gente guapa, delgada, depilada y nada diversa.
De segundo plato, cinismo. Un guiso nacional con la impresentable argumentación de la derecha ante la presentación en el Congreso de la esperada y necesaria ley de eutanasia. Que yo puedo entender que se tengan criterios religiosos contra ella, que, aunque suenen arcaicos, para ellos son legítimos, pero hablar de que esta ley supondrá un ahorro, es infame, es insultar a la mayoría de la ciudadanía. Y lo sueltan sin sonrojarse quienes son responsables de los mayores recortes que han golpeado nuestra preciada sanidad pública.
Y, de postre, indignidad, alta cocina internacional para culminar el empacho, desde Estrasburgo, la llamada justicia europea ha dado su parabién a las devoluciones en caliente, a poder rechazar seres humanos que huyen de la guerra, la pobreza y el hambre, sin mediar palabra, sin respetar los derechos de asistencia letrada e intérprete, como si fueran objetos, como si fueran verdaderos fardos.
Ya les dije al principio…, una indigestión…
RECETAS CON DOBLE CARA (10-2-20)
Suplantar la identidad de otra persona ha sido un argumento muy socorrido en numerosos guiones de cine y televisión. Hacerse pasar por alguien que no se es, da mucho juego, ya sea como drama, como terror, como comedia o como ciencia ficción.
Resulta asombrosa la imaginación exhibida en esos guiones, especialmente en lo referente a los motivos por los cuales alguien puede necesitar transformarse en otra persona: para huir de los gánsteres, como en “Con faldas y a lo loco”; para conseguir un trabajo, como en “Tootsie”; para pasar más tiempo con sus hijos, como en “Señora Doubtfire”; para obtener dinero, como en “Atrápame si puedes”; para detener a un terrorista, como en “Cara a cara”; o para liberarse de su condición social, como toda la familia de “Parásitos”.
Pero dicen que la realidad supera a la ficción y ahí tenemos el caso ocurrido hace sólo unos días en Gijón, en el que la policía descubrió a una mujer que había estado suplantando la identidad de varias personas a lo largo de los últimos meses. ¿Su motivo? Hacerse con recetas de ansiolíticos en diferentes centros de salud.
Sería una comedia si no fuera por el terrorífico drama que parece esconderse tras este caso: el excesivo consumo de estos psicofármacos, producto de la rapidez con la que actúan, de la falta de esfuerzo que conlleva tomarlos por parte de quienes pueden necesitar rebajar su activación nerviosa y de la presión de la todopoderosa industria farmacéutica que los fabrica y gana ingentes cantidades de dinero con ellos.
Los datos del Observatorio del Medicamento publicados el año pasado colocan a los ansiolíticos en el top de los fármacos más vendidos en las farmacias. Cambiar esta tendencia puede que sea ciencia ficción, pero nuestra realidad sería infinitamente mejor…
LA NEGRA SOMBRA DE LOS VIRUS (3-2-20)
“Negra sombra que me asombras…”
Que anda una de sobresalto en sobresalto, mi querida Rosalía. Cuando menos te lo esperas, aparecen amenazantes virus que nos ponen en alerta.
Que se están agotando las mascarillas y yo todavía sin ninguna…
Que tenía que ir a los chinos de mi barrio a buscar un disfraz para el próximo antroxu y que va a ser que no, por si acaso, que dicen en la tele que el virus este viene de China…
Que la OMS no va a declarar una emergencia sanitaria internacional, así como así, aunque la tasa de mortalidad del coronavirus sea sólo del 2-3 %, mucho más baja que la de la gripe común…
Que los medios de comunicación actúan siempre con prudencia y precisión, no exageran las noticias, por eso nos lo están contando con todo detalle y a todas horas, qué digo a todas horas, al minuto, mostrándonos todos los afectados y fallecidos con el país correspondiente, incluido el Reino Unido, al que, en esto, parece que no le ha servido de mucho el Brexit…
Que tengo como una especie de dejà vu con este virus, no puedo evitar que me venga a la cabeza lo de hace unos años con la gripe A, cuando nos iban retransmitiendo momento a momento los muertos. Aunque ya sé que luego se afirmó que aquello no había sido para tanto, que, al final, era para vender vacunas a los gobiernos y que la gripe A sigue, cada invierno, matando gente sin que ya nos lo cuenten …
Ay, negra sombra, que prevenir está bien, pero, a no mucho tardar, veremos si tanta alarma está, de verdad, justificada …
Deja una respuesta