EL ELOGIO DE LA LOCURA (31-5-21)
Gijón celebró el pasado sábado el Día del Orgullo Loco con unas cuantas actividades en Cimadevilla para reivindicar las necesarias mejoras en salud mental, a nivel del sistema sanitario, pero también a nivel de toda la sociedad.
La pandemia no ha hecho más que visibilizar las costuras, las remendadas costuras, del sistema de salud mental. Se ha producido, además, en este último año, un aumento de los ingresos involuntarios, de las restricciones en las salidas, de la limitación de las visitas o de la sobremedicación – las farmacéuticas, al igual que la banca, siempre ganan–.
Es preciso exigir el simple cumplimiento de los derechos humanos para quienes estén padeciendo o puedan llegar a padecer un problema de tipo mental. Son verdaderamente deshumanizantes prácticas como los aislamientos, las terapias de conversión o las contenciones mecánicas (¿Recuerdan ustedes a la asturiana Andreas Fernández, que murió de meningitis atada a una cama solo por tener antecedentes psiquiátricos…?)
Es una necesidad romper con la estigmatización y luchar por la escucha, el respeto y la dignidad de este colectivo del cual podemos formar parte cualquiera. Es fundamental enfocar los temas mentales, no como problemas individuales, sino como problemas sociales en los que influye de forma determinante el contexto, el entorno.
De hecho, hace ya tiempo que se viene reivindicando el cambio del obsoleto modelo biologicista, que se limita a medicar el sufrimiento, por un modelo más social que aborde las consecuencias para la salud mental de este mundo capitalista en el que vivimos, que enferma y que mata.
Así que, si el sistema está enfermo ¡Qué mediquen al sistema!
EL ASESINATO DE TERESA ALADRO, CONGOJA MEDIÁTICA Y SOCIAL… DE DOS DÍAS (24-5-21)
Han pasado solo unos días y ya apenas si se te menciona Tere.
El apagón informativo es evidente. Cada vez todo es más efímero, no nos quedamos ni con los remordimientos de lo que se podía haber hecho para que no te asesinaran de forma cobarde y cruel, disparándote por la espalda.
Hasta un simple corte de pelo duró más días en portadas y cabeceras de programas.
Dicen que eras buena gente, Teresa Aladro, nacida en Caleao y vecina de Laviana, pero, ¿sabes?, la bondad no protege. Especialmente cuando alguien se cree tu señor y dueño.
Eso sí, durante dos días hay quienes se han rasgado las vestiduras dando vueltas y vueltas al cómo puede haber pasado.
Hay quienes han insistido en pedir pena capital (como si a tu asesino le importara).
Hay quienes vuelven a negar que la violencia machista requiera de un tratamiento específico, por su frecuencia, por su impacto.
Hay quienes han aprovechado tu caso para atacar como sea a la ministra, incluidas algunas personas que creen detentar el monopolio de la lucha por la igualdad.
Y hay quienes todo lo han querido arreglar con un: » que le cuelguen de los huevos».
Pero ya está…
Un par de días y a otra cosa…
Ya, si eso, lo de educar en los buenos amores, en las relaciones igualitarias, en la tan necesaria educación afectivo-sexual, lo dejamos a la buena voluntad de algunos grandes profesionales y de algunas administraciones sensibles con la educación como herramienta de prevención y de cambio.
Y cruzando siempre los dedos para que no vengan los del pin parental y lo manden todo al carajo…
INFANCIAS ROBADAS (17-5-21)
No ha cambiado nada el mundo desde que Dickens reflejara la orfandad y el instinto de supervivencia infantil allá por el Siglo XIX. La infancia ha sido y sigue siendo el eslabón más débil en cualquier punto de nuestro abigarrado planeta.
Uno de los terribles experimentos de Hitler consistía en privar a niños y niñas de la comunicación afectiva. Se les daba de comer, pero se les negaba el vínculo, el apego… Acababan muriendo. Algo parecido hizo Trump separando a más de 5.400 criaturas de sus familias en la frontera entre Estados Unidos y Méjico.
Quizá los dirigentes del mundo, los poderosos debieran ver más cine social. Conocerían a Alí, el protagonista de “Hijos del sol”, y su búsqueda de un tesoro en medio de la pobreza y de la precariedad más absolutas. Conocerían a Zain, que igual defiende en “Cafarnaúm” a su hermana de un casamiento forzoso con 12 años, que cuida al bebé de una refugiada etíope, que denuncia a sus propios padres por haberle traído a este mundo para maltratarle y explotarle. Conocerían a Mónica, “la vendedora de rosas”, y su vida entre las drogas, la soledad y la muerte. Conocerían a Buscapé, ese niño de “Ciudad de Dios” que quiere ser fotógrafo y observa la violencia y el crimen en las favelas.
Hace dos semanas Save The Children denunciaba que España es el tercero de los 37 países de la OCDE en segregación escolar en primaria, señalando Madrid como predominante en esa baja diversidad escolar, verdadero obstáculo para la igualdad de oportunidades.
Hemos visto carteles contra los menores migrantes, menores que podían ser Alí, Zaid, Mónica o Buscapé, carteles que siembran odio en vez de empatía.
Asistimos estos días a las imágenes de niños y niñas asesinados en Gaza.
¿Qué nos pasa que no hacemos nada para proteger la infancia?
NO DEJEMOS DE SER RESPONSABLES (10-5-21)
Ayer terminó en nuestro país el estado de alarma que se había declarado a mediados de marzo del año pasado para poder hacer frente a la pandemia de covid-19. No, no es que el virus haya desaparecido, desde luego, pero la situación epidemiológica permite modificar las medidas extremas que nos han tenido este tiempo con restricciones horarias, perímetros acotados de movilidad y hasta límites en nuestras habitualmente intensas muestras de afectividad.
He visto varios memes estos días reproduciendo desbandadas de animales que han estado tiempo en cautividad como representación de cómo vamos a salir los humanos de nuestro particular encierro pandémico. Como todos los memes, tienen su gracia y su parte de verdad. Ayer y hoy estamos viendo las celebraciones organizadas. De hecho, en Madrid ya empezaron el pasado martes a celebrar su libertad con una fiesta callejera sin cumplir las medidas de seguridad.
Sin embargo, la mayoría de las personas no han salido como pollos sin cabeza de sus casas. No caigamos en una distorsión cognitiva llamada Filtraje o Abstracción Selectiva, no dejemos que nuestra mente saque conclusiones parciales de la realidad. Contemplemos todo el panorama. Y lo cierto es que hay mayor número de personas responsables que las que no lo son. Hay más personas que apuestan por el bien común que las que, por hedonismo, por estupidez o por pura maldad, se desentienden de lo que les pueda ocurrir a sus semejantes.
Eso sí, tengamos cuidado, que de tanto mostrarnos esas conductas irresponsables, igual nos acabamos todos contagiando de falta de humanidad y para eso no hay vacuna que valga…
BOLERO, EL ESTRÉS Y LA DUDA EXISTENCIAL (3-5-21)
Toda Asturias en vilo, Bolero, y tú ahí, cerca del Cabo Peñes, xunto a la mar, buscando un espacio propio donde, quizá, descansar o hacer algún ejercicio de mindfulness, para contrarrestar el estrés laboral. Ya, ya lo sé, ha fallado el tema de protección de datos. Todo el mundo sabe ya a lo que te dedicas. Los medios nos lo dejaron claro, incluso con fotos a todo color llevando a cabo tu labor. Si nada más volver ya se aseguraron de que estuvieras en plena forma, no fuera a ser que alguien lo pusiera en duda, que no hay nada peor que dudar de la capacidad viril de un varón.
Igual es que estás en un momento de esos en los que uno se plantea cambios en la vida y por eso bajaste a la playa a reflexionar hacia dónde tirar. Pues ¿sabes qué te digo?, que creo que no estaría nada mal la opción de aprovechar tu fuerza y tu bravura para plantarte en la OMS, en la ONU, en la UE, en la EMA o en la Commonwealth, si hiciera falta, para lograr el cese de las patentes de las vacunas.
En una situación de emergencia mundial como la que atravesamos (que, según dice gente experta, no será la última), las vacunas deberían ser consideradas, no un bien de consumo, sino un servicio para salvar vidas y acabar con la pandemia en todo el planeta.
Quién te vería debatir, Bolero, defendiendo los derechos de las personas sobre las farmacéuticas (que sólo realizan la parte final de la cadena de I+D y acaparan todos los derechos de propiedad y todos los milmillonarios ingresos). Quién te vería alegar la inversión pública en esas vacunas y exigir que las patentes no sean un obstáculo para aumentar la producción e inmunizar a todo dios.
Home, quién te vería…
Y cuánta gente en el mundo te lo agradecería…

Deja una respuesta