Consulta de psicología Marisol Delgado Artime

 

En muchas ocasiones, las personas cercanas a alguien que está padeciendo una depresión se encuentran totalmente confusos/as, sin saber exactamente qué hacer y viendo como, a pesar de su buena intención, sus actuaciones son, en bastantes casos, totalmente inútiles, cuando no contraproducentes. Es por ello importante contemplar una serie de cuestiones que pueden contribuir a prestar esa ayuda tan necesaria de forma más eficaz:

1º La superación de la depresión va a depender de la propia persona. Ncesitará su propio proceso y comenzará a avanzar cuando vaya aprendiendo una forma diferente de ver las cosas y a actuar en consecuencia. Ahora bien, las actitudes de la familia pueden frenar o acelerar ese proceso.

2º Es fundamental entender lo que está sucediendo. Una depresión es un grave problema psicológico que inmoviliza y cambia a la persona que lo sufre. Su apatía, pesimismo, malhumor e irritabilidad no están bajo su control voluntario. Son parte de la depresión y va a llevar un tiempo y un proceso ir modificándolo.

3º Cuanto mejor se comprenda lo que sucede y por qué, más fácilmente se controlarán los enfados.

4º No imponerle lo que tiene que hacer, ni soltarle sermones, eso suele provocar en la persona deprimida más sentimiento de culpa por no poder hacerlo y más depresión.

5º El proceso de recuperación no va a ser siempre igual. Va a haber períodos de mejoría con pequeños bajones y pasos atrás. Eso es normal, no hay que angustiarse.

6º Proponer actividades. Pero teniendo cuidado de que no sean muy complicadas ni que exijan mucho esfuerzo y que sean agradables para la persona deprimida. Si se niega, insistir un par de veces con un tono relajado y medio en broma. Y si continúa negándose, dejarlo para otro momento. Cuando se esté haciendo la actividad conjuntamente, no agobiar preguntando cómo está y reforzarle por haberlo intentado.

7º Es importante no prestar excesiva atención a los comportamientos depresivos. Cada vez que haga una queja en voz alta, procurar no darle importancia, no preguntar ¿qué te pasa?, no intentar convencerle de que cambie de actitud. Simplemente mantenerse en silencio de forma neutra, sin miradas de reproche o acusativas. Cuando deje de quejarse es cuando hay que ser afectivo/a y decirle qué bien que lo ha controlado y luego cambiar de tema y hablar de otra cosa.

8º En contraposición alentar y premiar hasta las más pequeñas mejorías. Cada vez que sonría, mire a la cara, tome la iniciativa para algo, se esfuerce en comer, participe en conversaciones, etc, aunque parezca una tontería, no lo es, hay que hacerle saber a la persona con depresión que se valora.

 De la depresión, de cualquier tipo de depresión, incluso de las más severas, se puede salir. Hay que dejar siempre ese mensaje muy claro para que cualquier persona que se sienta así, vea una luz al final de su túnel.