PIECES (ARTÍCULOS DE OPINIÓN DEL MES DE MARZO EN LA VENTANA DE ASTURIAS, EN SER GIJÓN)

UN VIRUS DE PELÍCULA (16-3-20)

Día 3 tras decretar la situación de alarma:

No me digan que no se han sentido los últimos días como Sigourney Weaver en el papel de la teniente Ripley, ya saben, sintiendo el aliento del Alien en la oreja, bueno, con un bichín más pequeño, pero igual de puñetero …

O como Will Smith en Soy Leyenda, ante las calles y los parques vaciados. Por decreto claro, que, si no, no hay manera de que hagamos caso …

Y es que vemos en vivo y en directo el miedo que nos lleva a querer controlar lo incontrolable comprando, por ejemplo, incluso de forma un poco egoísta y paranoica, que con las colas que ha habido en los supermercados, casi nos quedamos allí encerrados, como en la peli de La Niebla …

Yo les juro que he estado luchando contra una inoportuna picazón, cuando he ido a por el pan, para no toser y que alguien me acabara señalando con el dedo, cual Donald Sutherland en La invasión de los ultracuerpos …

Aunque, también los hay que se creen Rambo frente a los virus asiáticos …

Dejémonos de películas, la verdadera heroicidad está en el personal sanitario, de supermercados, de transporte, de limpieza, de servicios sociales, de seguridad del estado y demás. Gente que está sobresaturándose para que esto no acabe en un caos.

La heroicidad estará también en quienes se vean en especiales dificultades económicas. Contribuyamos a reivindicar ayudas de algún tipo para que puedan afrontarlo.

En fin, tomémonos estos días con paciencia, sin alarmismos, seamos responsables y solidarios, no corramos riesgos para no colapsar nuestra bendita seguridad social y esperemos que estos recortes de libertades sean breves y eficaces.

Ay, no me puedo resistir a hacer el chiste fácil… que la fuerza del papel higiénico les acompañe…

RESACA DEL 8M (9-3-20)

Cada paso, cada avance, cada hito en la lucha contra la desigualdad de las mujeres ha supuesto SIEMPRE un paso, un avance, un hito en la consecución de una sociedad más democrática.

Tras la revolución francesa, a finales del siglo XVIII, las mujeres de la Ilustración lucharon por la educación y la igualdad de derechos, fue la primera ola feminista; a mediados del siglo XIX, las sufragistas reivindicaron, además del derecho a la educación y otros, el derecho al voto, fue la segunda ola feminista; en la década de los sesenta del siglo XX el derecho a ocupar el espacio público, el derecho al control de la reproducción y a la salud sexual, conforman la tercera ola; y, actualmente, asistimos a la llamada cuarta ola del feminismo, en la que la diversidad sexual, el ecofeminismo y, especialmente, el rechazo absoluto a todo tipo de agresiones contra las mujeres, son algunas de las reivindicaciones que aún hoy en día hay que realizar.

Así, ayer, una marea de feministas, de feministas mujeres, de feministas varones, de feministas de todas las edades, de feministas de todas las diversidades, atravesó la capital de Asturias. Cantando, saltando, tocando el pandero o el tambor, lanzando al unísono un grito desgarrado contra el machismo, ese que “mata más que el coronavirus”, ese que “es una enfermedad de transmisión social y cuya vacuna es la educación”, ese al que “no le gusta que las mujeres seamos libres e independientes”. Porque “solas o borrachas queremos llegar a casa”

De toda la sororidad vivida en la jornada de ayer, que fue mucha, destaco un momento entrañable, el de los efusivos saludos de las mujeres de un centro de personas mayores, sus cómplices aplausos tras los cristales, transmitiéndonos su apoyo según íbamos pasando. Les aseguro que fue emocionante…

No dejemos de pintar puertas violetas a nuestro alrededor, porque ¿saben qué?: en el feminismo cabe todo dios.

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