El concepto de discapacidad ha ido evolucionando en las últimas décadas, pasando de una visión más negativa que entendía la discapacidad como una carencia de la persona, a una interpretación más global que se centra, sobre todo, en la relación de la persona con su entorno físico y social como desencadenante básico de la discapacidad.
Ya es el sexto curso que comparto con las personas que componen la Asociación de Discapacitados Físicos de Avilés y Comarca (DIFAC) y, si algo dejan claro todas estas personas es su fuerza, su optimismo, su motivación… en definitiva, el conjunto de sus maravillosas CAPACIDADES.
Visibilizar sus potencialidades y sus logros supone, sin lugar a dudas, un importante afianzamiento de su identidad personal y social, pero también, implica un verdadero ejercicio de concienciación de toda la sociedad hacia la plena integración y normalización de las personas con diversidad funcional, atendiendo al principio de igualdad de derechos entre todos los seres humanos.
Todas las semanas nos reunimos para trabajar aquellos aspectos que contribuyen a mejorar de forma importante el autoconcepto, la autoestima y el manejo emocional de las personas socias y sus familias. Y además, cada último martes de mes, participamos de la vida cultural, social y deportiva de nuestra comarca, como una forma de compartir tiempo de ocio y cohesionar el grupo, pero además, como una forma de reivindicar la promoción de un entorno más accesible para todas y para todos.
UNA SOCIEDAD BUENA PARA LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD, ES UNA SOCIEDAD MEJOR PARA TODOS.
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